January 8, 2011

Agradecer nos Acerca al Éxito

Por Gilvic Carmona, Psicólogo/ Motivador

Hace unas semanas hablaba a un grupo de empleados que serían cesanteados en plena época navideña. Compartíamos impresionas acerca de la importancia de dar gracias por aquello que tenemos. Uno de los participantes en un tono desafiante comentó a la audiencia:
- ¿Por qué tendría que dar gracias ante esta situación tan desgraciada que estoy viviendo? Con agradecimientos no le compro juguetes a mis hijos

De pequeños, aprendimos erradamente a medir la gratitud por las riquezas materiales. Pensamos agradecer solo cuando tenemos abundancia. Sin embargo, aunque parezca difícil dar gracias en momentos adversos nos crecemos cuando somos conformes con la vida, independientemente de la circunstancia que vivimos. Cuando miramos nuestra existencia más allá del momento logramos alcanzar un estado de bien estar. No obstante, con frecuencia ponemos las esperanzas en posesiones materiales, en las gratificaciones inmediatas; sentimos un fuerte apego por lo material, por una relación de pareja, por las exigencias económicas esto nos impide ver las bondades que nos regala la vida.

Ese nivel de gratitud superar lo momentáneo y mirar la vida como es su totalidad, contar las bendiciones que poseemos: como la familia, la salud, el deseo de superación, las amistades, en fin un sin número de regalos valiosos que lo podemos disfrutar gracias a que tenemos la conciencia de todo lo que tenemos.
Volviendo a la historia del amigo del seminario, le pedí que realizara una lista de las cosas que tenía y que no dependían de su empleo, reflexionado un pudo mencionar más de una veinte de cosas que poseía. Y se pudo dar cuenta que a pesar de lo negativo que nos sucede siempre hay espacio para dar gracias.

En estos días amigo lector es importante que hagas una lista de las cosas que posees. Además es importante que sigas estas siguientes lecciones:
• Todos los días antes de ir a dormir haz una lista de todas las cosas que te han sucedido en y que son motivos para dar gracias.
• Conserva una actitud positiva ante la vida. Si por ejemplo, tenías planes para ir de pasadías al aire libre y al despertar en la mañana está lloviendo, utiliza tu creatividad para realizar otras actividades
• Aprecia todo lo que eres y tu estilo de vida
• Desarrolla una vida espiritual y con propósito
• Vive una vida integra y honesta
• Reconoce la importancia de ayudar a los demás

Confió que estas herramientas te ayudarán a encontrar un mayor sentido a la vida. Sin embargo solo serán útiles se te decides ponerlas en práctica, si estás dispuesto a cambiar los pensamientos que te limitan. Recuerda, quizás no podemos evitar que la tristeza, el miedo, las preocupaciones vuelen a tu alrededor, no obstante tenemos el poder interior para impedir que hagan nido en nuestra cabeza.

May 22, 2010

La Pedagogía del Amor una Alternativa para la Educación del Siglo 21


Cuando apenas me estrenaba como profesor universitario –siendo más joven que la mayoría de mis alumnos- asigné a mis estudiantes escribir un ensayo que describiera cómo alguna persona común había impactado positivamente sus vidas ayudándoles a mejorar su propia personalidad. Para mi sorpresa uno de mis discípulos tituló su ensayo “El Efecto Gilvic Carmona”, implicando que la relación con su maestro lo había ayudado a superarse. Más allá de sentirme halagado o considerarme como un profesor “Top of the line”, este incidente me forzó a reflexionar sobre la gran responsabilidad que tenía sobre mis hombros. Examinando que soy un ser imperfecto, confieso que sentí algo de pavor, puesto que cualquier pensamiento o conducta de mi parte sería tomada por mis estudiantes, si no necesariamente como ejemplo, al menos como posible paradigma en el empeño de fijarse una ruta intelectual o conductual . De manera que mi proceder y mis ideas tenían que ser evaluados con mucho rigor. Le pregunté en una ocasión al estudiante qué lo inspiro a seleccionarme como esa figura emblemática en su vida y su respuesta fue la siguiente: “Primero, pienso que usted nos ha hecho sentir que somos únicos e importantes”; “También que no se ha mostrado autoritario al expresar sus ideas aunque por alguna razón reconocemos su autoridad”; “No se ha guardado sus conocimientos para usted, sino que ha compartido cuanto ha podido”; pero lo más importante es que “Nos ha hecho sentir que podemos sobrepasar cualquier obstáculo que nos impida alcanzar nuestros anhelos solo si creemos en nosotros mismos”.
No puedo dejar de lado mi propia experiencia como educando. En una ocasión conversando con uno de mis profesores de humanidades a quien considero mi gran amigo y maestro, me di cuenta que el privilegio de servir a los demás era el acto supremo. Cada persona es un santuario y que
debemos ser solemnemente respetuosos al hacerlo. Esta reflexión inspirada en el Éxodo, me impactó de tal forma que he tratado de incorporarlo a mi rol como docente.
“Quítate las sandalias para entrar a pie descalzo en el corazón de tu hermano [alumno], con mucha delicadeza y cuidado, porque esa también es tierra sagrada, porque en lo profundo de su corazón es también donde yo habito, no sea que lo vayas a pisar y hacerle doler; entra, maestro, con un cuidado único en sus sentimientos y en su historia, entrar a pie descalzo es la única forma de amar, de aceptar, de respetar, de acoger y de transmitir mi mensaje de amor.”
La pedagogía del amor cumple precisamente esa encomienda. Coincidentemente, esta postura concurre con los seguidores de Paulo Freire y Bell Hooks, este último autor del libro Teaching Comunity: A Pedagogy of Hope (2003) quienes planteaban que la educación es el instrumento más importante, cuya finalidad debe ser promover totalmente la defensa por la dignidad humana. Abraham Maslow, por su parte lo llamó la autorrealización. Es el estado que permite al individuo liberar su potencial. Para que este nivel pueda ser alcanzado por el educando el entorno dentro del aula debe ser uno que permita el flujo de ideas, emociones y sentimientos entre los maestros y los estudiantes a través de una efectiva comunicación (palabra de origen latino, “communicatio” que significa, participar en algo común). El aula debe ser un entorno justo, centrado en el estudiante, confiable y de buena voluntad. Esta comunidad no es solo la intelectual, sino la afectiva y la de la búsqueda de fines comunes. Propiamente, como ya expresado, el amor es la forma suprema en que se expresa la conatividad o tendencia a la acción. Comenzando ésta por la humilde acción refleja, y desarrollándose en las acciones instintivas que compartimos con los demás animales, alcanza su plenitud humana en la decisión personal y libre de procurar el bien del otro.
Humberto Maturana, máximo exponente de la biología del amor, sostiene al igual que su colega Francisco Varela que tanto los estudiantes como los maestros son el factor máximo que sostiene la educación. En palabras de Maturana (2001)9 “Para que niños y educadores colaboren para sostener el sistema de educación hemos de operar en relación con nuestros niños el auto-respeto y autoamor”. “El niño aprende más de lo que vive que de lo que se dice”. Esta reflexión es tanto más importante en una época en que el papel del maestro en lo intelectual es ocupado simultáneamente por nuevos elementos en una sociedad tecnológica, sin que, en el mismo grado, esos medios alcancen a jugar el mismo rol en los aspectos del vínculo afectivo y la solidaridad.
El proceso de enseñanza-aprendizaje, como hemos planteado a lo largo de este trabajo, se ocupa de las personas y de su interacción en busca de conocer la verdad como parte de su dignidad humana. Sería preciso entonces, percatarnos que cuando observamos a nuestros estudiantes debemos trascender la dimensión cognoscitiva (tanto en lo más propiamente intelectual como en lo que releva de la fantasía) entendiendo que éstos también tienen un cuerpo, en el que estriba la dimensión afectiva (las emociones y sentimientos), una necesidad de forjar propósitos y tomar decisiones personales, y una dimensión social que forman parte de su existencia, igual a las nuestra, diferenciada de ella, si acaso, por las dimensiones cultural y generacional.
Debemos preguntarnos entonces: ¿Cuál debe ser el rol de los profesores desde una perspectiva de la pedagogía del amor?
1. El profesor no debe olvidar o desechar los fundamentos esenciales del proceso de enseñanza-aprendizaje. Todo curso debe ser planificado, debe tener objetivos claros y medibles. Además, debe tener una metodología de enseñanza.
2. Debe promover una actitud motivadora en el estudiante para que aumente el interés por superar la adversidad. El maestro reconoce que esa metodología de la que hablábamos hace un momento no se desentiende de las características individuales y psicológicas producto de la relación educando-educador. Como tampoco de la propia historia, experiencias y expectativas del docente. Es de notar que si en el aspecto intelectual hay una natural convergencia en la visión de los temas estudiados, el mundo de la vida afectiva, de las satisfacciones preferidas, de la orientación del servicio al otro y de la búsqueda de propósito suelen tener proyecciones y grados diferentes y deben responder a condiciones personales ampliamente divergentes. El encanto personal puede residir en la diferencia y todos debemos tener flexibilidad en la aceptación de quien acentúa su otredad.
La pedagogía del amor, más que una teoría o técnica de enseñanza es una decisión, una forma de ser que promueve la auto-reflexión, la entrega al otro, la empatía. El eje central de esta actitud es, en palabras de Carl Rogers, el “aprecio positivo incondicional” en el que el educador reconoce y acepta al educando tal y como es. El maestro debe mirarse así como un facilitador del proceso de enseñanza, trazar el camino para que el alumno elija su propio destino estableciendo sus propias metas existenciales. No obstante, el docente es clave. Es, como subrayaba Vigotsky, el Otro adulto representante del cuerpo social que ayuda en el factor de socialización que tiene la educación. Así se impacta de manera positiva al educando, concientizándolo sobre su responsabilidad por las propias decisiones.

November 16, 2009

Carmona Training & Consulting: La resaca de la violencia social toca a nuestros niños

Carmona Training & Consulting: La resaca de la violencia social toca a nuestros niños

La resaca de la violencia social toca a nuestros niños


Gilvic Carmona-De Jesús
Psicólogo

“Niños con arma de fuego en las manos graban video con episodios violentos” ”Hablando palabras soeces” “Cometiendo actos en contra de la Ley” “¿Dónde estaban los padres de esos niños? “ “¿Hasta dónde habrá de llegar esta sociedad? “¿Qué hará el Departamento de la Familia?” “…Haremos un comité para investigar, señala la alcaldesa de Ponce”
Expresiones como éstas fueron escuchadas repetidamente a través de los medios noticiosos de Puerto Rico el pasado jueves 12 de noviembre de 2009. No se hicieron esperar las reacciones de los políticos, religiosos y líderes de la sociedad civil acusándose unos a los otros, como aquel padre divorciado que responsabiliza al otro por las bajas calificaciones o el mal comportamiento los hijos. Siempre hay ocasión para señalar a alguien, para responsabilizar a los demás, aliviando así el propio sentimiento de culpa.
Por otro lado vimos a la Secretaria del Departamento de la Familia, Yanitza Irizarry, sugiriendo entre líneas que los padres de los niños protagonistas del video podrían enfrentar consecuencias graves, incluso la remoción de sus hogares. Mientras esto ocurría en la Ciudad Señorial de Ponce, se anuncia con bombos y platillos “la pelea del siglo” a celebrase el sábado cuando Miguel Cotto se enfrentará a otro púgil. Vemos entonces las dos caras de la moneda; la primera condenada, penalizada a toda costa y la otra objeto de una aceptación generalizada entre los seguidores del boxeo. Un doble mensaje contradictorio acerca de la violencia que pudiera representar una gran paradoja.
Por otra parte, desde siempre la representación dramática ha incluido la producción de escenas violentas. ¿Cuántas obras maestras no han presentado crímenes horrendos? No es su mera imitación en la escena lo que constituye un hecho negativo, aunque el regodeo de actores y espectadores en la acción mala puede tener efectos deletéreos y deformar sensibilidades. Ni siquiera el hecho de que la dramatización termine en un triunfo del mal, como tantas veces ocurre en la vida real, convierte en suyo la pieza dramática en negativa. Pero para que la representación del mal tenga una finalidad constructiva, es preciso que ayude a abrir los ojos a la reflexión sobre la dimensión ética de los actos humanos. Esto es lo que falta, y hace nocivo, esta y tantas otras producciones que hasta pudieran tener cierta excelencia artística. En este caso, con el agravante de que permitimos la contaminación y endurecimiento moral de nuestros niños.

Entonces debemos cuestionarnos ¿Qué estamos dispuestos a hacer para erradicar la violencia? ¿Qué responsabilidades estamos dispuestos a asumir sobre este problema? ¿Cuántas veces miramos para el otro lado cuando vemos situaciones violentas a nuestro alrededor, con el argumento de “ese no es mi asunto”? ¿Están los niños reflejando el caos imperante en nuestro país? ¿Dónde están los programas de prevención de violencia en las comunidades? ¿Cuál es la responsabilidad de los medios en todo esto? ¿Podremos dejar a un lado, nuestro color político, nuestras creencias religiosas, nuestros propios intereses económicos, para preocuparnos un poco más por los demás? Nos planteamos además, en el caso de una dirección escénica por parte de un adulto, la falta total de propósito educativo y de responsabilidad asumida sobre la posible deformación de la conciencia infantil.
Cuando ocurren situaciones estremecedoras como las presentadas por este video es que salimos de nuestra caja de cristal, alarmados al percatarnos de los problemas existentes en el entorno que vivimos. Rápidamente queremos una reacción de los políticos, religiosos, del Departamento de la Familia. Buscamos culpar a los demás, señalar lo que otro no hizo. Somos tan duros con nuestra crítica que terminamos siendo también violentos. Y luego al cabo de un par de semanas se olvidan esas imágenes. Aceptamos que es problema social de otros y que a alguien seguramente le tocará resolverlo. Así que no pasa más allá de un mal momento y continuamos viviendo nuestra propia vida, hasta que ocurra otra situación violenta para reaccionar.
Las múltiples investigaciones realizadas por la psicología social han demostrado que la exposición continua de los niños a la violencia hace que éstos aprendan patrones de comportamiento similares para resolver los problemas a los que se enfrentan. Además, aquellos que son considerados como ejemplos de comportamiento social, presentados a través de los medios –como políticos, artistas y figuras importantes- hace que los niños tiendan a fantasear con el ejemplo de la conducta que tales personas muestran, sobre todo si perciben que la violencia los premia al conseguir lo que exigen.
Es por eso que tenemos que reconocer que la violencia es un problema de todos. Que la indiferencia ante los problemas sociales también constituye violencia. La sociedad es sociedad digna, no tanto por los grandes avances tecnológicos, por las grandes edificaciones, ni por los excelentes sistemas de salud. La sociedad es sociedad por su gente, por la calidad humana de quienes la conforman, por la responsabilidad de educar en los valores. Es sociedad aquella que le enseña a las próximas generaciones la obligación del respeto a sí mismo, el respeto a la dignidad del otro y la aceptación de la responsabilidad por los actos propios.
Por otro lado, debemos aprender a mirar los problemas desde una óptica positiva. Una situación, como la que comentamos en este artículo, nos permite reflexionar (ojalá que pueda ser junto a la familia) sobre las fuertes escenas que se muestran en el video. El estado también tiene la gran oportunidad de llevar a las comunidades programas que promuevan una cultura de paz, que promuevan las bellas artes y el deporte. Pero sobre todo, que permita el empoderamiento de estas comunidades enseñándoles a manejar los conflictos; identificando sus necesidades y tomando sus propias decisiones, aportando al crecimiento de esta patria. Esta es una excelente oportunidad para que el gobierno sirva como facilitador del proceso educador y edificante, observando que frente al incidente no basta con exigir reacciones administrativas y jurídicas, sino dejándole saber a estas comunidades que pone toda la confianza en ellos para resolver la violencia en la sociedad.

August 2, 2009

Resilience: Power Tool for Caregivers of Children with Autistic Spectrum Disorder


By Gilvic Carmona-De Jesus, Counseling Psychologist & APA Member


In recent days I treated a mother of a four year old child that had been diagnosed with Autistic Spectrum Disorder (PDD-NOS). She spoke about how her life had suddenly changed and that in occasions she felt that life was unfair. She recalls how, as all mother’s do, she hoped her child would grow up to be an independent adult able to achieve a career and get married and have children of his own. But because of this diagnosis, she feared this would not be a possibility for him. She ended expressing that “however, even when at times it’s been difficult to accept my child is autistic, I know that with my love and the help of a specialist in the area my son will have the best life possible”.
Autism is a multidimensional pervasive disorder that disrupts children’s interpersonal relationship, and the ability to express their needs, communicate their feelings and desires and their capacity to learn in the traditional way. This disorder is usually associated to childhood; however, it will affect their interactions with others throughout their whole life. There is an array of characteristics associated with autism and every child diagnosed may possess different traits and still be diagnosed with the same disorder. For example, a child diagnosed with Asperger’s Syndrome may present mild autism signs compared with one diagnosed with Childhood Disintegrative Disorder. The Center of Disease Control and Prevention estimates autism is the third most common childhood disorder, following mental retardation and other cerebral related disorder. The World Health Organization states that autism frequently manifests during the first three years of an infant’s life.
The most common characteristics manifested by autistic children are: impaired social skills, problems with their verbal and non verbal communication, and difficulty expressing their needs. Other symptoms associated to this condition are difficulty understanding other people’s feelings and impairment to recognize universal social gestures; some children avoid physical approach like, sibling or family hugs and other people’s touch. These characteristics of autism, while common, are very difficult for parents to accept.
When a child is diagnosed with autism it is a very emotional and stressful moment in their parent’s life. This stressor acts in some parents as a tool that helps them raise to the occasion from which they raise to the occasion and become resilient parents. They turn what others would take as a “why me?” moment into one of “I can and I will”. This positive attitude helps them recover quickly from this difficult situation and immediately look for ways to help their child. Being resilient is a powerful tool that helps people manage what otherwise would be a life shattering moment. Research has shown that resilience is ordinary, not extraordinary. It has to do with shaping behavior, thoughts, and attitudes which can be learned and developed by anyone. Resilient people view reality in a creative manner and have a positive attitude in solving problems and making decisions. Here are a couple of tools that can help you develop a resilient attitude:
• Engage in brainstorming and develop a list of your assets and strengths.
• Identify a few past experiences in which you prevailed and think about what you did you solve them.
• Connect with people which provide psychological help, social and spiritual support and strengthen resilience.
• Establish relationship. Find support from your family, neighbors and support groups. Be willing to accept help from others. Express your emotions without fear, guilt or shame.
• Take time to share experiences that can help other parents with the same situation.
• Take care of your health, have a healthy diet, occasionally exercise, engage in activities that you enjoy and sleep well. Remember your child needs healthy and full of energy parents.
Finally, accept that it is a challenge and a blessing raising a child with autistic disorder. However, don’t forget that you're not alone and that early identification, diagnosis and intervention for this neurodevelopment condition is key in order to promote your child progress and keep coping with autism. Never miss the expectation, because your child could go very far despite its pervasive developmental disorder. Good luck and remember. You are Resilient!

May 14, 2009

Moviéndonos Hacia una Vida con Propósito


Aplicando la Teoría del Fluir de Csikszentmahalyi


Por: Gilvic Carmona-De Jesús
Psicólogo/Motivador

¿Alguna vez haz estado compartiendo con tus amigos y al mirar tu reloj te percatas que han pasado horas, aunque a ti te han parecido minutos? Por otro lado ¿Te haz encontrado realizando una actividad como pintar, leer un libro o vivir una experiencia extrema como escalar una montaña y estás tan concentrado que haz perdido la noción del tiempo y cuando te han preguntado cualquier cosa haz contestado sin conciencia de lo que haz dicho?
En una ocasión en mi clase de Formación Humana en la universidad uno de mis estudiantes me dijo: “Oiga profesor como va hacer que la clase ya se terminó, si acabamos de llegar. “La clase estuvo tan interesante que ni cuenta me di que se había acabado” El comentario de mí estudiante me llevo a preguntarle al resto de los alumnos si su experiencia durante la clase había sido la misma; la respuesta fue casi unánime se sintieron como si el tiempo se hubiese paralizado.
Esta sensación vivida por los estudiantes al igual que la experiencia que mencioné al principio de este articulo fue estudiado por el psicólogo de la Universidad de Chicago, con un nombre más difícil de pronunciar que su propia teoría, me refiero a Csikszentmahalyi (se puede pronunciar seek Sent me high). Este propuso la teoría del Fluir “The Flow”. Según este prestigioso autor de múltiples estudios acerca del tema del flujo es descrito como el estado en el que los individuos sentimos el más alto sentido de satisfacción y felicidad en lo que realizamos. Es el momento en el que nuestras habilidades y los retos del entorno se encuentran en un perfecto balance. Es decir si nuestras destrezas son mayores a los retos que nos ofrecen las actividades que realizamos probablemente nos sentiremos aburridos. Sin embargo cuando una tarea que realizamos es muy compleja o mayor a nuestras habilidades probablemente nos sentiremos ansiosos. El fluir es una experiencia en la que la actividad es tan placentera como retante, que es caracterizado, por una percepción de que el tiempo y el espacio se han detenido, es como si la persona y el entorno se fundieran en un mismo ser, permitiendo que la tarea se complete sin esfuerzo aparente.
El Fluir, también conocido como experiencia óptima es sin duda un camino seguro hacia la felicidad, sin darle necesariamente mucha importancia a las adversidades que nos ocurren. La pregunta entonces es; ¿Podemos ser felices realmente? “Por que existen personas que todo lo tienen, no sufren dificultades económicas” ¿Cómo podemos ser felices cuando las cosas están tan malas?; “¡La criminalidad esta en aumento!”; “No se si me voy a quedar sin empleo”; “Las enfermedades cada vez son más graves”; “En algunos casos realmente es imposible lograr la felicidad” La respuesta ha estas interrogantes que muchas veces nos hacemos han sido tomadas en consideración en los cientos de estudios realizados por Csikszentmehalyi, y ha arrojado información sobre esto. Nos explica primeramente que la felicidad no depende necesariamente de las cosas externas a nosotros. En segunda instancia nos plantea que la conciencia que tenemos ante las experiencias de la vida, de aquello que esta bajo nuestro control y que no depende de nosotros, nos pueden colocar en el camino hacia la felicidad. Pero finalmente, nos plantea que al aprender como alcanzar un estado de flujo en lo que realizamos podemos transformar el trabajo, las relaciones con las personas que nos rodean en unas que sean mas satisfactorias.
Ahora, cómo podemos aumentar nuestros estados de flujo en nuestra vida. Cuáles son los pasos que debemos seguir para ponernos en el fluir. Cuales son los ingredientes necesarios para conseguir una experiencia de flujo continuo. Los siguientes seis factores propuestos por Csikszentmihalyi nos pueden ayudar a encontrar el estado del flujo:
1. Involucrarse completamente en lo que haces y concentrarse o enfocarse solo es esa actividad.
2. Sentir una emoción de estasis en todo lo que vives.
3. Tener claro en el sentido experiencias internas que proveen satisfacción.
4. Tener conciencia que la actividad que realizas es loable
5. Tener un estado de serenidad en lo que se hace.
6. Darse cuenta que se ha perdido la noción del tiempo por estar enfocado en la tarea que realizamos.
Además de estos factores antes mencionado es esencial para vivir nuestra experiencia de estado de flujo; tener unas metas claras, tener una sensación de control de nuestra vida, conseguir una retroalimentación de lo que vamos realizando y como esto nos acerca a nuestras metas; la pérdida de la autoconciencia, como si fuéramos unos con el entorno. Te exhorto a buscar el lado positivo de las cosas. Las situaciones por si solas no tienen vida sino, más bien la que nosotros le otorgamos. Nada en la vida tiene significado a no ser la que los seres humanos le damos. “El camino hacia la felicidad comienza con la búsqueda del fluir en todo lo que hacemos, al mismo tiempo el camino hacia el fluir esta en conocernos a nosotros mismo” Recuerda la felicidad depende en gran medida de Tí.